En relación con el reportaje y las noticias que han salido estos días sobre las obras del citado proyecto, desde la Plataforma “Cega el río nos une” queremos hacer las siguientes consideraciones: La verdad del llamado proyecto de “Recarga del Carracillo”.
El objeto del proyecto en su origen era la recarga del acuífero debido a los problemas de sobreexplotación y contaminación que presentaba, motivados por la irrupción hace décadas de un modelo agrícola intensivo de fresas y hortalizas. Después de varias décadas el problema no se ha corregido. Más bien se ha agravado, manteniendo su mal estado en cuanto a calidad y cantidad, lo que ha forzado a los habitantes de la zona a tener que recurrir a fuentes externas de abastecimiento debido a los problemas de contaminación por nitratos, nitritos, arsénico etc. Se trata de un proyecto faraónico muy costoso que sólo beneficia a unas pocas industrias, mientras que el número de agricultores sigue cayendo en picado.
Este modelo industrial agrícola nada tiene de sostenible, porque ha roturado cientos de hectáreas de pinares, invade cañadas y caminos públicos, destruye el paisaje que llena de invernaderos, generando un sinfín de residuos plásticos y utilizando métodos químicos muy peligrosos.
Los elevados costes energéticos que supone extraer el agua de centenares de metros, son la prueba evidente de la sobreexplotación de las últimas décadas. Si a esto le añadimos la contaminación que ha provocado, nos encontramos en un modelo intensivo y claramente insostenible. Esta 3ª fase es una huida hacia delante, una nueva estrategia de oferta de agua que no afronta el problema en su origen. Lo que realmente se pretende es explotar la única masa de agua potable de la comarca, libre de contaminación, que se encuentra debajo del pinar de Gomezserracín y que el interés general nos dice que debería reservarse para el abastecimiento de la comarca.
Las actuales obras están fragmentando y desnaturalizando el carácter forestal, natural y silvestre del pinar, poniendo su futuro en riesgo debido a los vaivenes de los niveles freáticos y convirtiéndole en un enorme laboratorio de fontanería que compromete la funcionalidad del ecosistema. Esta masa de pinar regula y protege el ciclo del agua de manera natural y gratuita, así lo ha hecho a la largo de la historia, por lo tanto, no es necesario obras de gestión hídrica o regulación que sólo buscan explotar el agua de sus entrañas, para satisfacer las ambiciones de un modelo agrícola industrial que no conoce límites.
Desde la Plataforma “Cega el río que nos une” abogamos por un modelo agrícola respetuoso con el medio natural y además tenemos presentados varios contenciosos por el sinsentido y lo nefasto de este proyecto. Confiamos que la justicia pueda paralizar unas obras que no deberían haber comenzado.
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